domingo, 6 de mayo de 2012

Me gusta vivir en tu silencio, remolona.

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Muy bien, aquí tienes tu dinero, debo pagarte la luz, estoy manteniendo estos papeles que me dieron por mi trabajo, dicen que así funciona, son papeles muy valiosos, todos quieren mas billetes, uno puede comprar servicios u objetos, se dice que el dinero da libertad, incluso lo asocian a la felicidad, y quizás observando el consumo uno lo crea así, ahí están los seguros que te aseguran que nadie arrebate tu auto, tu casa, tu vejez, tu salud, muy bien, lo estás haciendo bien, estás preocupándote por todo, incluso se puede pagar por despreocuparse, por relajarse, por simplificarse, aquí tiene tu dinero, dame diversión, sensaciones, viajes, y si no logro reunir la suma, espérate pues me esforzare, resignaré una parte de mi presente para acumular tu suma, eso lo quiero, si no es trabajando lo desearé de todos modos, estarás en mi corazón, no se que hacer con mi vida si no hay un precio a pagar, eso estás diciéndome desde la publicidad, realmente parece que estoy  mejor desde que te compro cualquiera de las pajereadas que ofrece este sistema, realmente es una verga está felicidad que me ofreces, esta libertad chota decorada con monedas, realmente tu éxito es rotundo, con cualquiera que hablo, hablamos de comprar y lograr, de ofrecer y consumir, me cuesta encontrar cosas sin precio aunque sea afectivo y no efectivo, pero que buena manera de pasarnos la vida entretenidos en estupideces livianas, y realmente no sos nadie, pues al consumismo lo sostenemos desde el corazón, todos somos esta forma, este hueco en el lugar del corazón, pareciera normal alegrarse mas por lograr un 0 km que por un abrazo sincero, pero tengo la llave de este candado, a decir:
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