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Errar el penal y quedarse solo después de los consuelos, o convertir el penal y quedarse solo después de los festejos y felicitaciones, en esos momentos mirar la foto más feliz de la infancia, mirar a los ojos al niño o niña y sentir sus sueños, alegrías o tristezas, para después volver al sustituto de penal que te ensucie la vida hoy: somos el mismo niño o niña solo que mucho más estúpido y lento para ponerse a jugar nuevamente.
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3 comentarios:
¿ Te fuiste a jugar?
Por eso que no puedo dejar de jugar al solitario.
Volvió Capulina!
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