miércoles, 19 de mayo de 2010

En una cápsula

.
.
Cachivache oxidado de razonamientos prescindibles se presenta ante el juzgado, un buen día para creerse sus barbaridades, lustro mi revolver de idioteces, me aseguro que mate con sus ironías, pero tu amor, ese corazón duro que rebota contra el concreto de esta ciudad, me voy a cagar al baldío, mi mejor paco es centrarme en una soledad sin motivos ni tristezas, pero tu amor continúa bobeando con el consumo, me miro las hojas de mi otoño y las hojas que eran tus poemas, una nueva derrota para este tipo de guerrillero que reivindica esa intuición de que lo útil no sirve para ablandarnos el corazón.
.
.

No hay comentarios: