lunes, 22 de agosto de 2011

Se vendieron un millón de autos 0km y a mí me siguen importando un huevo esos sueños.

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La obligación de decirte que cualquier acto realizado con atención y sin esperar nada luego de su ejecución es irremediablemente amor,
de comentarte que vivir juntos es ser cogerente de una empresa que requiere la tediosa tendencia de mirar de soslayo la moneda,
pero que claro que reconforta reírnos de la chotada que tiene este sistema para ofrecer,
una amenaza sutíl a que vivamos con miedo por nuestros hijos,
por nuestro trabajo,
por nuestra fidelidad y la vejez y los viajes y los logros,
la oportunidad de decirte al oído otra ironía a tus kilos y mis canas,
me puedo morir, te dije ya todas las guarangadas,
la cobardía de ocultar en el bolsillo del corazón el amor a la belleza femenina y a su hermosa tendencia al cobijo.....
mis palabras desordenan la alegría que siento aunque parezca tan solo,
caminando por paraísos solitarios,
observando ojos cansados,
me acerco despasito a una foto de la infancia,
le hablo,
le digo" no te podes quejar de como respeto la belleza de siempre".
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3 comentarios:

marcianyta dijo...

bello...hasta la envidia!

Anónimo dijo...

Si le sirve le convido, puede entrar a esta burbuja de convencimiento, pintada con ese tan terrenal pensamiento emborrachado de miedos.Pase con los pies desnudos, es un buen alimento para romper el hielo.

marcianyta dijo...

El alma no puede tener secretos sin que la conducta lo revele...