miércoles, 8 de julio de 2009

FRÍO

Frío con su madre.Frío y distante con sus hijos. Acaso temeroso, muy calculador al elegir sus relaciones. Serio, reservado en pos de una estructura.Supuestamente insensible. Amargo.
Me acerco y le hablo, le digo cosas incoherentes, muy absurdas.
Me mira y me dice que le deje de hinchar las pelotas.
Le digo a los gritos que tiene que ser presidente de la Argentina.Le suplico a los gritos que plante crisantemos donde quiera. Imito un mono para que me acompañe al zoológico.
Me mira otra vez, "que frío en el ojete tenes...", me dice mientras se aleja.
Siento el frío en el ojete, como si todo el sistema, con sus reglas sociales, comodidades y seguridades, nos gritára el frío en el ojete al que se atreve a fantasear otra forma de vivir o de ser o de alegrarse.
Me alegro por los delirantes, el humor, la alegría verdadera, siempre se dan en solitario, CON FRÍO EN EL OJETE.

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE VIAVA EL FRIO EN EL ORTO entonces.
Es mejor que un palo en el culo.