domingo, 7 de marzo de 2010

La paja involuntaria de la belleza del instante

.
.
Miraba las casas de siempre, pero la música en su auricular le daba a su atención la sincronización perfecta con los colores, con las formas; puesto que no pensaba, su paseo era un divagar con la belleza del momento incluidos los olores, ciertos sabores y la brisa rozando la piel.
El pito venía en el calzoncillo todo arrugado, la orina aún no lo incomodaba y una erección parecía imposible dado los pensamientos..... entonces se acurrucó aún más buscando la comodidad que le permitiera una siesta sin dolores de espalda.
La tarde, como todo momento, era única y traía consigo, como todo momento, su millón de bellezas, lo que ocurría de diferente era que le estaba prestando atención, que permitía que su pensamiento fuera solo ese millón de bellezas.
El pito no se podía dormir y de puro rebelde, desobedeciendo las instituciones mentales, se erectó de forma total, como una rama de eucalipto seca.
Le incomodaba y no entendía, la pija dura, mientras pedaleaba, el roce del pantalón y algunos pensamientos inesperados, provocaron la salida explosiva del semen mientras bordeaba el barriletódromo repleto de padres e hijos ruidosos.
Naturalmente se sintió cansado, buscó una siesta debajo de los árboles, como dos adolescentes fascinados por la masturbación, él y su pito durmieron muy bién......el millón de bellezas seguía funcionando.
.
.

1 comentario:

Anónimo dijo...

pero qué pasó? la belleza colma todo che...