miércoles, 10 de marzo de 2010

Pareja en Parque Norte

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Se dio cuenta mientras cocinaba, el tiempo para compartir con los demás, era siempre el mismo, los amigos y sus más cercanas relaciones, no damos todo porque no tenemos nada para dar, que vamos a dar si no podemos captar el aroma de esta pimienta, nada de que preocuparse, solo ser buena leche, se decía mientras condimentaba el puré con un toque de pimienta, y la leche claro, para el puré, con sexo el puré.
Se dio cuenta que de algo hay que darse cuenta, que algo es demasiado superficial y que para volverse serio, ...a ver..., profundo, hay que darse cuenta, que esta acción puede ser peligrosa, nociva para la supuesta armonía, ya se veía mas sola que ciertas chotas, pero le gustaba la idea, en realidad hacía tiempo que se aburría de todo pero le costaba hacerse cargo.
Entonces volcó el tarro lleno de pimienta en el puré, y yo la miré hacer, un poco tentado de la risa, (te juro que voy a comer todo), pero seguro, muy seguro de que presenciaba un verdadero acto artístico, mucho mas profundo y liberador que tanta postura que descubría mirándonos, sería una boludez pagar la entrada para mirar como un puré se excede en condimentación pero me sentiría mejor que en el recital de Albert Pla o que en la muestra de tri-cugiti en Colonia Hinojo.
Y ella se apura a sollozar sobre el puré y los nervios, sobre su meditación existencialista y que no le encuentra sentido a la vida, y yo, sin decirle nada, festejo que piense en sus conflictos de relación antes de que sueñe con viajes, cero kilómetros, marcas de zapatos o se anote en algunas clases de gimnasia para bajar de peso( también festejaría que deje de creerse informada, que deje de creerse sensible y enamorada, que deje de verme seguro)
Finalmente la invité a caminar, y fuimos, y mantuvimos un silencio saludable, después hablamos de fútbol, de "la dinámica de lo impensado", de la vida, sí, de la vida, y te juro, te re-juro, que somos re-felices.
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