Atragantar la cereza, colapsar el carozo.

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Estoy recorriendo tu felicidad,
a mucha velocidad apilo tus recuerdos, tus sonrisas, tus tristezas,
tengo en mi imaginación la solución a tus trampas,
desde pendejo me apasioné con la mierda que recubre las relaciones tal cual las protejemos,
siempre admiré a las personas sinceras que no temen quedarse solas,
me acerque nunca a tu vida de puro cobarde y conformista,
si sigo con esta forma de vivir me voy a perder la oportunidad de ser libre,
me voy a quedar con esa felicidad sin sabor que tanto cuidamos,
y no me perdones si cometo este absurdo,
pagame con la indiferencia que se merecen los cobardes cuando se trata de amor,
quedate sola conviviendo con la sensación de guardarte para nunca la cereza de la juventud,
la que siempre anida en la cabeza y nunca en el cuerpo,
y que digan amén con mucha burla.
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