viernes, 16 de abril de 2010

Y las monedas giraban en su loca carrera hacia la vereda de enfrente.

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Las buenas cosas van a parar a la bolsa de ese tipo que se adentra en el arroyo y se pierde, de a poco, pero para siempre y nos deja la obligación de seguir haciéndolas.
No te preocupes por hacer buenas cosas, total viene este tipo y se las lleva y las presenta como propias quién sabe donde, es perder el tiempo.
Fué bueno hasta que se volvió una obsesión y el hacer y el dar a conocer, se volvieron el centro mismo de la existencia, el tipo ni se acercó a llevarse nada, ya era solo un trabajo, se volvieron cosas útiles, necesarias, nada que ver con el placer de crear.
El tipo apareció con dos balazos en la nuca, parece que el arte está cotizando, no te apures que se te van a mezclar los líquidos.
Me hablaron sobre el tipo y parece que las cosas buenas las volvía comerciales, rentables, me miraban, me preguntaban ¿ que tiene de malo esto ?, yo les sonreía pero quería cruzarme a la vereda de enfrente, cordialmente.
Luego llegó la época en que aparecieron muchos tipos con ideas, con buenas ideas y buenas cosas y yo mire a mis amigos, piedras, árboles, animales y algunos humanos, y los valoré, los valoro, los cuido, los mimo y así intento volverme justamente lo que hago.
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