jueves, 1 de abril de 2010

La locura del pichoncito sobrealimentado de variadas boludeces.

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El día libre aleteando apenas, abriendo un ojo y dándole un pensamiento a las sombras del sueño, hora de hacer lo que supuestamente le da sentido a nuestra vida, convidarse con las actividades que elegimos.......pero un picotazo duele en la mirada y esperábamos más de todo y todos, más de nuestras sensaciones, de nuestra energía, había una expectativa que se vació durmiendo y dudando, esperando por otros, comparando entusiasmos y horarios, la serenidad y el disfrute aumentaran en el recuerdo pero ahora en el presente admitiríamos este aburrimiento pegajoso, después de todo, el frío en el culo, siempre se siente pero casi nunca se admite.......le llamé a la naturaleza y le hablé sobre el silencio con mucho silencio, los hombres siempre estamos comprando alguna idea acerca de la felicidad, por eso los que no se resignaron hacemos tantas variadas boludeces en nuestros días libres.....si, nos juntamos y nos llamamos solamente de aburridos, no busques el amor en estos escombros, todos estos paseos contienen la misma alegría que una cena de protocolo, los parques y las risas fueron la consecuencia de tu insistencia en ser feliz........incluso ahora tenés en tus manos el pichoncito de día, así ya sabés desde siempre que no va a volar, aunque queda la hermosa posibilidad de que no exista ni pichoncito, ni día, ni nada que agregarle a nuestra serena, y ya de por sí feliz, presencia en le mundo.
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