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Cayó su antena en plena jornada laboral, dejo de poseer el contacto, la versión del mundo dejo de funcionar, creamos la sociedad con el pensamiento, se dijo y fue lo último, se desató, ¿sabes de que hablo?, algo que brille sin necesidad de expresarse, ni el mismo lo sabía, hay tantas versiones, sus padres lo veían alejarse, sus amigos dejaron de interesarse, la incomodidad que nos generan los que se entienden, luego que se van uno se siente aliviado de su constante denuncia a nuestra falta de seriedad, a nuestra pavada, tipos que arrastran la verdad a donde van, nadie quiere ni verdad, ni tranquilidad, ni belleza, prefieren ir por lo hecho y seguro, prefieren ilusiones, conflictos, desafíos, artículos de lujo, nadie quiere anonimato, austeridad, ser bueno sin recompensa ni reconocimiento, van por el éxito, por el consumo, por inflar el ego y los bolsillos, ............pero si dejamos la antena, me decía, si dejamos de pensar con los valores con que creamos esta sociedad corrupta de eterna competencia y comparación, me decía desencantado de todo, me gritaba, quería que reaccione, yo lo boludeaba, me parecía paranoico y excesivo, se aburrió de mí, de mis medias tintas, de mi superficialidad, para él debíamos destruir la antena o nada que hacer, lo dejé de ver, pensé que se volvería loco, pero no,pasaron varios años, trabaja lo mas bien, pero está en otro lado, cayó su antena, lo envidio, lo admiro, miro hacia otro lado, no quiero y dudo que me reconozca, me alejo con una sensación de vergüenza, sí, de vergüenza y nostalgia, oportunidad desaprovechada.
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