lunes, 7 de septiembre de 2009

EL JUEGO DE LA OTRA ORILLA

La otra orilla de la mente ( porque convengamos que nos mantenemos cobardemente en la misma segura orilla, con las mismas relaciones, el mismo trabajo, las actividades que decimos elegir... ), nos muestra su culito brilloso al sol, y nuestros ojos miran, la oferta nos conmueve por la carencia de sabor de nuestra respiración, pero no es otra orilla, es otra oferta, si fuera la otra orilla nos sentiríamos boludos y no tentados, nos sentiríamos desperdiciados y no ansiosos, sigo de largo, sigo caminando por la otra orilla.

2 comentarios:

Noelia dijo...

Asi es de todos modos, la otra orilla siempre está ahi, seduciendo el costado tan reticente de cada uno de nosotros.
Taqueloreparió!

tri-cugiti dijo...

Pero si pudo el arbolito....no petisa?, no es muy lejos, acá nomás en el San Jacinto.......