lunes, 15 de febrero de 2010

La onda trío

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Lo miraba sin verlo, estaba cansada de saberlo, de memoria, decía, me lo sé de memoria. Sabía sus límites, sus horarios, sus hábitos, sus miedos, sus rabias. Sabía cuando alejarse de su lado cuando estaba cansado, sabía que lo fastidiaba de ella y trataba de evitarlo, sabía que lo excitaba, que lo enfurecía, que lo deprimía. Tenía su mapa y rara vez el se salía del itinerario, rara vez el aceptaba cambiar los rumbos, por eso, me comentaba ella, había aceptado acostarse conmigo, porque muchas veces se aburría pero , decía, seguía enamorada de el, esto era solo una aventura.

Recordé una colección de libros que leí de chico, ELIGE TU PROPIA AVENTURA, !tu eres el héroe de esta novela!, elige entre 44 posibles finales y elegí una página al azar que decía de coger ni hablar.

Entonces me aleje de la intención de revolcarme con ella, le expliqué que entendía su problema de pareja y que lo mejor para su salud mental era alejarse de mi, que mi performance sexual era mediocre, que iba a encontrar mejores polvos, que era hermosa, que su pareja la volvería a cojer bien, que era solo una crisis, que mamá me esperaba a comer.

Entonces ella se interpuso en mi camino hacia la calle y me dijo: de aca no te vas sin cojerme, calmate, la vida no es solo cojer, bueno, pero ahora cojeme, no se me para, bueno dejame que te la pongo dura, no no, no quiero, ves que está blanda?, uh que chiquita la tenes, bueno tampoco me lo digas así, jajajaja, ¿de que te reís?, de que se achicó mas, y entonces a mi me dió mas risa que a ella, y a ver tu cachucha?, seguro que la tenes re-peluda, las tetas caidas y el culo con granos, y que porque no preparas unos mates, y que no te hagas el boludo, que aca vinimos a cojer, pero cojer quedo lejos, ya somos muy amigos, amigos las pelotas, ponemelá, no te la pongo, pim pim, pum pum, finalmente me la quise cojer para dejarla conforme pero la risa volvió todo ridículo, por lo que me dejó ir bastante confundida ella.

Un tiempo después la cruze con su pareja, parecían felices, comentamos una película y nos reímos de cosas graciosas que decía el tipo, de cosas graciosas que decía yo, de cosas graciosas que decía el tipo, de cosas graciosas que decía yo, de cosas graciosas que decía el tipo, de cosas graciosas que decía yo, te reías mucho y descubrí en tu mirada que querías hacer un trío, por lo que me despedí apurado ante una broma del tipo, y ya alejándome, una broma mía, y el desde mas lejos gritaba una guarangada, y yo, ya mas lejos una obscenidad, y así hasta no vernos mas.
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