jueves, 20 de agosto de 2009

El ciclo

Un tipo convenzido de que es necesario decir,
que solamente muriendo se puede nacer,
duda de sus palabras,
trata en vano de comunicarse,
todos los poetas creen que se trata de ellos,
uno a uno esperan el reconocimiento,
un mundo libre no se sueña así,
los artistas juzgan a los artistas,
los intelectuales beben política líquida,
los artesanos se inyectan monedas de oro,
las listas de objetivos se borronean,
parecen, no son,
pensamientos del fracaso,
cuando las caricias escaseen los volverás a leer,
todo transporte te traerá,
estoy convencido de decir,
me lo dicen los sufrimientos,
los que se esconden en tus ojos cuando lees,
los que huyen cerca cuando reís,
no quedan mariposas en el estómago,
todas fueron digeridas por la duda,
yo no respondo por mi miedo,
el se suicida cuando quiere,
las manos,
mis manos te atrapan el corazón,
creeme a mí,
dejá de regalarte esa ansiedad,
se nota en tus pómulos que luchas,
una flor de mala calidad te espera,
los sueños siempre tienen sponsor,
las infancias se usan de escalones,
los recuerdos mas gordos se usan de garantía,
y tus intenciones,
salvarnos en el cajón de la mesa,
acariciar con reservas nuestros días,
sensación de hijo rebelde al pedo,
duele ridiculizar abuelos,
la sangre se ensucia mas con los pensamientos,
es el mes de los vientos del estómago,
casi coincidimos en la gaviota,
casi leemos lo mismo en algún circo,
mis manos ingresan a tus órganos,
allí alivian las paredes del corazón,
rígidas, latiendo solo con esperanza,
tener pedacitos de pensamientos con mi cara,
sorber malas ideas sobre tu suerte,
yo no aprendí nada sobre despedidas,
siempre vuelvo a caminar mirando el arroyo,
conociendo secretos de nubes,
respirando aire de entre las hojas,
¿puedo vivir en tu forma de mirar?.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las despedidas, son solo cuando uno decide despojarse de un viejo abrigo que llevaste siempre ensima porque creías que, si no pasabas frio, era gracias a ese trasto pesado y ya con mal olor, roto en los ojales, infectado en los puños...
Parecido a lo que pasa con alguna idea, nos persignamos una y otra vez, como si nombrarla nos salvara..
Nada viene del paisaje, ser en el paisaje, aprendiendo siempre a andar como un animal rastrero: alerta. Desde mi cueva se ve muy lindo todo.Azucena.

tri-cugiti dijo...

Fuera de la cueva, juera, jueraaa!!!!