martes, 4 de agosto de 2009

LAS MISMAS HORAS

Pensar, descubrir que vivimos las mismas horas, oh, y respiramos el mismo aire, ah, y que cuando vos pensas en mí y yo en vos, eh, casi casi, siempre siempre, ih, las mismas horas, que será del tiempo y de la muerte, ahora que los dos nos transportamos tan, pero tan lejos, uuuuh, y que no se si no estoy muerto y vos viva o al reves, porque miro tu ausencia y veo aire, oh, las mismas horas que vivimos y que si evoco vivo otra vez y se me hace dificil encontrarle la diferencia, ¿y para que se la quiero encontrar?, todo tiene que ver con todo, uhhhhh,uuuh, me olvidaba, las mismas horas, las mismas vidas, soy vos, ah, estoy seguro de ser vos, el amor es vivir las mismas horas aunque vos estes en Tokio y yo en el salto de piedras, aunque vos seas un adoquín en en una vereda y yo un diclofenac en la panza de un contracturado, eh, eeeh, y cojer, lo que se dice salvajemente, epa, oh, el fútbol, la plaza del centro, vos conversando con un artista consagrado, uh, las cortinas grasosas de un bar, la escalera caracol al bolsillo del mandamas, vos y tus indios, una cartuchera llena de mocos de colores, ay, las mismas horas, un gol de pecho del cococha, dos cigarrilos del cholo, un pedo de la ñata, la sonrisa del vaudilio, la risa de la petisa, la seriedad del pichi, el orgullo de sorete, el pelo de la cachula, la preocupación del pulga, la cocina de josefina, el reloj de un hombre que camina con su perro por el parque norte, ah, cambio, suelo corregirme cuando me rompo los ligamentos y miento si te hablo en serio, me obligo a asistir a tu hora, a las horas, las mismas deliciosas horas, damelas a mi.

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